
Sobre mí

Mi sonrisa es coqueta, mis ojos picaros y mis manos adquieren vida propia cuando hablo en voz alta. Tengo muy mal sentido del humor y soy muy emocional. Lo mucho que me gusta el chocolate es directamente proporcional con lo que disfruto del ejercicio. Trotar es mi terapia; escribir mi catarsis.
Crecí escuchando a mi mamá decirme que puedo hacer todo lo que me proponga. Y al lado de un papá que no ha temido a darme alas. Me gusta salir de mi zona de confort en la búsqueda de otras, pero un poquito más lejos de la anterior. Creo en mí y en que me han construido los momentos vividos, los riesgos tomados y lo errores cometidos.
Me encanta posar a las cámaras y cantar duro aun sabiendo que no soy modelo, ni cantante. Me gustan los lunes casi igual que los viernes. El café es mi perfecta excusa para saborearme la vida. Creo en la magia de las pequeñas acciones y en que lo que se me pasa por la mente seguro alguien más lo ha pensado primero.