top of page

A cada quien lo que le pertenece

  • Daniela María Vargas R.
  • 10 mar 2019
  • 4 Min. de lectura

Si usted es ese amigo al que siempre juzgan de ‘bobo’ por estar haciendo o dejando de hacer algo en cuestiones del amor, esta carta es para usted. Y si usted es el amigo ‘juzgón’, también es para usted; para que aprendamos a ser más subjetivos a la hora de aconsejar y cuidadosos a la hora de escuchar.

Existe una delgada línea entre ‘a cada quién lo que se merece’ y ‘a cada quién lo que le pertenece’. Y esa abismal pero al mismo tiempo pequeña diferencia es causante de peleas, malentendidos, culpas y dolores innecesarios.

Aquí va mi teoría, la que me vivo día a día (cuando no se me olvida serle fiel). En la que creo pero, a veces, temo predicar porque siempre me encuentro con críticas o consejos no muy subjetivos. Sí, es algo así como sentirse incomprendida después de estar tratando de adornar de mil maneras la situación para no recibir de vuelta una cara de ‘jummmm’…

Así que si después de leer esta carta, usted se identifica no solo con el sentimiento de incomprensión, sino también con la teoría, tengo para decirle dos cosas: la primera, es que no está solo y no es el único, mi amiga y yo nos le unimos al team; y la segunda, es que entonces ésta no es mi teoría, sino que es nuestra querido lector.

La teoría:

Lo que separa las dos cuestiones ya mencionadas anteriormente es básicamente de dónde proviene el deseo o motivación de actuar de la manera en la que lo está haciendo.

Postulado 1: Cuando usted le da a alguien lo que se merece, todo parte del otro. Usted está dando/actuando por el otro. La motivación comienza por él y la acción es totalmente dependiente del otro, de lo que haya hecho, o lo que dejó de hacer, la manera en la que se haya comportado con usted, etc.. todo esto condiciona su actuar.

Postulado 2: Cuando usted le da a alguien lo que le pertenece, esto parte de usted. Usted está dando/actuando desde lo que usted intuye, piensa, ha vivido y le hace sentir que esa acción, omisión, pensamiento, palabra, carta o chocolate le pertenece a ese otro. Usted está actuando por usted mismo, está sacando del sistema aquello que creó por el otro, pero desde su más profundo deseo de hacerlo, sin condiciones, sin dependencias más que su sentir.

- Darle a alguien lo que le pertenece no es siempre dar un regalo.

- Darle a alguien lo que le pertenece a veces coincide con ese ‘darle lo que se merece’ y otras veces no, pero eso no importa, porque cuando usted da por usted y no por el otro, no importa si no recibe nada a cambio. Usted hace lo que le nace.

Ejemplo:

A veces nos sentimos mal y nos preguntamos, ¿qué hacemos amando/queriendo aun a alguien que nos lastimó, que nos mintió, nos olvidó muy fácil, o que llegó demasiado tarde? No se preocupe, que bajo esta teoría no está mal sentirse así, probablemente su sentimiento fue mucho más fuerte que el del otro. Probablemente el suyo fue sincero y el del otro no. Probablemente a usted le toma más tiempo sanar y seguramente usted estaba dando todo el amor y el sentimiento que le pertenecía a esa persona. Y entonces, ¿ahora qué? Estoy segura que sus amigas ya le dijeron que es momento de seguir adelante, que no le hable, ni lo busque porque finalmente él no la merece, y puede que tengan razón; pero, desde esta teoría, para cerrar los ciclos cada quién necesita tener lo que le pertenece.

Ejemplo del ejemplo: (pa’ que me entiendan) Pasé una semana y media sin hablarle, ‘porque era lo justo’ , ‘porque él no se lo merecía’, ‘porque es lo que debía hacer’ y finalmente ‘porque era lo mejor’. Sin embargo, después de que hablaba con mis amigas y cuando estaba sola en mi casa, lloraba en silencio; porque en esos días muchos de los pensamientos que se fabricaban en mi cabeza le pertenecían, llevaban su nombre y apellido. Siempre pensaba que al otro día al despertar eso iba a pasar y se me iba a olvidar; pero mentiras, todos esos pensamientos se iban acumulando en un rinconcito que también llevaba su nombre.

Un día rompí las promesas y le escribí, le dije todo lo que me había guardado, le dije todos esos ‘te extraño’ que le pertenecían, todos los ‘te amo’ con sus iniciales; y desde entonces, no lloro. Ni siento esa ansiedad loca que me carcomía los días en los que estaba haciendo ‘lo que debía’.

¿‘El deber ser de las cosas’ a quién le pertenece? Porque quisiera entregárselo, con una notica que diga: Aquí se hace lo que nace y eso es lo que quiero hacer, lo que ME hace feliz.

Finalmente la recompensa para nosotros, los que creemos en este teoría, será nuestra felicidad legítima. Será la envidia de aquellos que son infelices, pero bien vistos, haciendo lo que deben y no lo que quieren. Será esa genuinidad que otros ven en nosotros.

Nuestra recompensa será la autenticidad de nuestras palabras, nuestros pensamientos, nuestras acciones para todos aquellos que mereciéndolo o no, nos permiten fabricar dentro de nosotros algo que les pertenece.

Nota #1: Si todavía no sabe de qué lado está, piense y pregúntese de dónde nace el deseo y luego, sencillo, aplique la teoría.

Nota #2: Y si usted es el amigo que está en el papel de consejero, ayude a su amigo a identificar de qué lado está y hágalo usted mismo antes de decirle qué hacer.

Nota #3: la teoría aplica para todo en la vida, no solo para cuestiones de amor.

PD: Total respeto para todas aquellos, amigos y lectores, que no comparten la teoría; finalmente no todos somos felices bajo los mismos criterios.


 
 
 

Comments


Entradas destacadas

Entradas recientes

Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page