top of page

El susto más innecesario

  • Daniela María Vargas R.
  • 22 jul 2019
  • 3 Min. de lectura

Nos acostumbramos a asustarnos por lo que no se debe. Siempre escuchamos que ‘de eso tan bueno no dan tanto’ y nos creímos el cuento de que así es. Entonces estamos esperando lo peor que está por venir, cuando todo va color de rosa. Y la pregunta es… ¿Así cómo se supone que nos vamos a disfrutar todo lo bueno y bonito que nos está pasando?

La oportunidad perfecta, el trabajo ideal, la compañía que tanto queríamos, las respuestas y señales que tanto pedimos, todo en frente de nosotros; mirándonos a los ojos, como queriéndonos gritar: ‘estoy aquí por vos’; porque te llegó la hora de disfrutarme ¿y nosotros? con una cara de pánico y duda que no se puede disimular.

¿Quién nos enseñó a desconfiar de lo bueno, de lo bonito? Quién nos dijo que todos siempre nos van a engañar, que todos siempre damos esperando recibir. Quién se dedicó a regar el chisme de unos pocos malos que se encargaron de cagarle la imagen al resto de la humanidad y nos hacen dudar tanto, tanto… como si eso no fuera casi dudar de nosotros mismos.

Yo no sé ustedes, pero yo no pierdo la fe en la humanidad, porque conozco muchos buenos que están ahí afuera, con sus imperfecciones, haciendo del mundo uno mejor; además porque estoy segura de que son muchos más de esos los que me faltan por conocer. No pierdo la fe en que todo lo bueno puede convertirse en algo incluso mejor y que no se necesita de una tormenta para poder estar en calma. No pierdo la fe y aunque ella a veces se envolata me encargo de encontrarla, de esperarla a que vuelva, de mostrarle que una vez más estoy ahí para confiar en el buen equipo que hacemos juntas, cuando confiando le entrego mis fuerzas.

Pero sobre todo, mucho más loca para otros, no pierdo la fe en el amor. No me asusto cuando siento que llega, ni me paniqueo cuando siento que lo tengo al frente. Me niego a tener que encontrarle una imperfección al partido perfecto; porque al fin y al cabo si tanto me gusta, seguro se la encuentro y la convierto en mi parte favorita de él. Entonces ni para qué perder el tiempo.

No dudo en que cuando las cosas fluyen y la fuerza es solo utilizada para decir ‘te quiero con todas las fuerzasde mi corazón’, es porque es lo correcto. Y lo correcto no significa para siempre, y lo correcto no significa perfecto. Simplemente es lo que la vida tiene en frente de ti porque es el momento para ello.

Así que, cuando llegue a tu vida justo lo que habías pedido, ni te asustes, ni dudes. Está ahí porque la vida no te había dicho que ‘no’, solo te estaba pidiendo paciencia. Seguro lo mereces, te lo has ganado o quizá llegó a ti por un motivo diferente al que imaginas, y ya luego conocerás.

Nota #1: Acaso cuando te llega el pedido completo del domicilio que pediste te asustas y decides que es mejor no recibirlo, porque ajá, algo de malo va a tener….

Nota #2: Si es así entonces no pidas, ni desees, ni ordenes, ni sueñes… porque de pronto te llevas la sorpresa de que hay cosas que se hacen realidad.


 
 
 

Commenti


Entradas destacadas

Entradas recientes

Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page