Frágil

Ojalá y pudiera tener siempre las palabras perfectas para el momento adecuado.

Ojalá y cada domingo tuviera algo que escribirles, algo que yo necesite decir y ustedes escuchar o leer.

Ojalá y fuera tan buena aplicando como predicando.

Pero no, soy tan frágil como fuerte y cada vez compruebo más que ello solo depende de mí. Yo soy la que se encarga de que hasta lo que no afecta, lo termine haciendo. Soy experta en armarme películas, imaginarme más de la cuenta y darle muchas vueltas a un mismo asunto, cuando al final de todo, siempre sé que es lo que quiero o lo que voy a terminar haciendo.

Así que en estos casos, no se demore tanto como yo, y aplique el consejo de una de mis amigas: en momentos de desesperación o angustia, hay que volver a dónde encontraste la paz y la calma.

Ponga de fondo de pantalla ese trabajo de los sueños, que está luchando por alcanzar. Imprima la foto del momento más feliz de su relación y recuerde todos los motivos por los que está ahí y deje de sufrir por culpa de sus películas.

O por el contrario, imprima una foto suya en la que recuerde la súper hembra que es y por qué es que está sola y no mal acompañada.

Yo por mi parte, ya imprimí ‘impulsos’ la carta de mí para mí y para ustedes, pa’ que no se me olvide que esos empujones sirven y que hay que hacer de ellos una mejor versión de nosotros.